Cuando haces un repaso de tu vida tiendes a hacerte preguntas, todos los seres humanos nos cuestionamos continuamente, es un vicio basado en los hechos pasados, los que te hacen ver la vida de esa manera tan particular, la de uno. Y que nada tiene que ver con la realidad, exclusivamente la de uno mismo.
El por que las cosas han sido de esta u otra manera y por que me las he tomado de tal o cual forma.
El que me dolieran las acciones ajenas y mi entorno, o como fui de un lado a otro sin poder encajar nunca en ningún circulo.
Mi actitud ante mi familia y la necesidad imperiosa de que me prestaran más atención de la que me daban.
Sobretodo lo hipersensible que yo era, ante un mundo que a mi me parecía descorazonador e inhumano.
Después de hacerme tantas y cuantas preguntas, comencé a sentir que los PORQUES no me servían más que para sentirme una víctima del sistema. De repente una mañana se me encendió la bombillita del cerebro, que se ve andaba conectado en ese instante a mi corazón y pensé… la pregunta debe ser otra, quizás ¿PARA QUE?, pues los Porqués ya no me servían.
Me sentí felíz de golpe, más fuerte y con ganas de seguir.
No me encontraba en posición de víctima desde esa perspectiva. Yo reconocía el dolor ajeno por donde andaba y sabía cosas de la gente, sin entender que me estaba ocurriendo. Esto me asustaba y me dije…¿ para que es esto?, ¿Qué puedo hacer?, ¿puedo ayudar a alguien con esto?.
Pasé mucho tiempo analizando esto, no salía de casa, pues los entornos llenos de gente me superaban.
Aprendo cada día a convivir con esto, que me parecía atroz y más una maldición que una bendición.
La cuestión no es en si el contenido de mis vivencias, tan sólo un ejemplo de vida para ayudar a las personas que se sienten hundidas y asustadas, por que piensan que sus dones no lo son y están mal de la cabeza. Eso no es así.
Todos tenemos esa magnífica parte de DIOS, la que nos hacer ser especiales y a la vez iguales.
Los hay que ven, que sienten, que hablan, que son sanadores, que son creativos y bailan, escriben, cantan y un largo etcétera, son dones también.
Somos canales y por nosotros baja la esencia más pura…que es cosa de DIOS.
Y cada uno, con lo que vive y siente, puede construir algo maravilloso y sólido, que le confirme que todo lo acontecido con etiquetas negativas, sirvió para descubrir que nada ocurre en balde, si no para SER esa máxima expresión, por la que EL apostó por nosotros.
Vinimos a este planeta a compartir estos dones, pues así estaba destinado que ocurriera en este tiempo que estamos.
Y EL PLAN DIVINO SE CUMPLE.
Margarita Giner Bernet
Naturopatía, Reiki, Sanación.
Móvil : 605 83 09 62
Mail : salvatge74 @gmail.com
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