La importancia de los Registros Akáshicos
Son muchos los seres que preguntan, porque acceder a vidas pasadas, si asumir, la vida actual, ya es suficientemente complicado. La razón la explicaremos a continuación.
A lo largo de los tiempos, hemos denominado al espacio tiempo, donde se almacenan, las experiencias de las distintas proyecciones encarnadas de la esencia pura, dimensión akáshica. Es importante matizar, que la esencia pura o yo superior, proyecta, esferas o fragmentos de conciencia, a muchas dimensiones, planos y realidades al tiempo, es por ello que somos seres multidimensionales. A esta dimensión akáshica, le hemos intentado dar, una explicación plausible, para que todo ser, la pueda entender, como una gran biblioteca, donde se almacenan las experiencias terrenas, de todas estas experiencias.
La realidad divina, es que nuestro tiempo y el tiempo del universo, son completamente distintos. Nosotros hemos creado, un tiempo lineal, donde pasado, presente y futuro, acontecen en distintas líneas de tiempo. En el universo, este tiempo lineal es inexistente y absolutamente todo, vive en su tiempo espacio, no como un almacén de experiencias, sino como experiencias que siguen latentes y activas en ese tiempo espacio, porque en el universo, el tiempo, es un presente eterno y todo sucede al mismo tiempo. En este tiempo espacio, está contenido, cada experiencia. Cuando, en una encarnación se han experimentado vivencias, que no han sido solucionadas, estas experiencias, son aisladas en una fracción de tiempo espacio y separadas, de la vivencia global. Estas fracciones de tiempo espacio, se manifiestan energéticamente, en cada encarnación venidera de las proyecciones del alma, afectando a ese ser en su experiencia humana a través de situaciones repetitivas, relaciones conflictivas o lecciones inaprendidas que se presentan una y otra vez. Esas fracciones, que contienen en sí mismas la energía y experiencia no resuelta, tienen que ser diluidas, para poder integrarse en la experiencia plena de aquella encarnación.
La esencia pura, tiene que experimentar, todas las posibilidades de experimentación, incluyendo las experiencias de la dualidad, por lo que dentro de este plan de experimentación y aprendizaje, se proyecta en personajes, que a veces viven, vidas ejemplares y en otras, se experimentan personajes, que conscientemente, no desearíamos experimentar.
Incluso, aquellas encarnaciones, en las que experimentamos la dualidad, son simplemente aprendizajes, y estamos llevando a cabo, los pactos almicos con los que nos comprometimos.
A lo largo de nuestras encarnaciones, como personajes humanos, experimentamos una serie de creaciones experienciales, que desde nuestro libre albedrio y desde nuestras actitudes, en el momento de experimentarlas, conforman las cargas energéticas, que van a afectar, a las proyecciones de consciencia, que vengan detrás.
Cada encarnación, es absolutamente responsable de sus experiencias y de cómo decide experimentarlas. Cuando una lección de aprendizaje, no es aprendida, esa lección se presentará, a lo largo de esa encarnación o de las encarnaciones de consciencia venideras, con más intensidad, hasta ser aprendida. Cuando esa lección de aprendizaje, es integrada y trascendida, la fracción de tiempo espacio, donde esa experiencia está latente, se disolverá, integrándose de nuevo, en la experiencia vital de esa proyección de consciencia encarnada en su tiempo, completando así, su ciclo experiencial y unificándose de nuevo, a la esencia original. A medida, que todas las proyecciones de consciencia de la esencia pura, completan sus ciclos experienciales y de aprendizaje, el proceso de ascensión se va completando. Cuando el ciclo experiencial de la esencia pura, está casi completo, el Yo superior, proyecta, una última fracción de su consciencia, para que se encarne en el plano físico de la materia y esa proyección, es la que cierra, el ciclo experiencial de la esencia pura. Esto implica, que la última proyección, es la que trae, como misión personal, recuperar la consciencia pura de su divinidad, ha trascendido, los ciclos experienciales de todas las proyecciones de consciencia, no solo en el plano de la materia, sino también en otras dimensiones, planos y realidades y es cuando la esencia pura, se manifiesta, en su última proyección de consciencia individual. Es a lo que se le denomina, bajar el Cielo a la Tierra.
Es entonces cuando la esencia pura, en función, de los ciclos experienciales de sus proyecciones, mantiene su energía, en esa forma, para que otros seres puedan ser ayudados y guiados en sus caminos evolutivos. Los Maestros ascendidos, por ejemplo, son esas consciencias de luz, que han completado sus ciclos experienciales, y que las esencias puras, de las que proceden, están en servicio evolutivo a otros seres.
En tanto, esas fracciones de tiempo espacio, no son solucionadas, la energía residual, queda impregnada en el campo cuántico que lo abarca todo. El campo cuántico, está a nuestro alrededor, porque es la energía que nos envuelve. Este campo cuántico, es vibracional, es decir, actúa, de reflejo y espejo. Todas esas fracciones de tiempo espacio de experiencias vividas, contienen una vibración, la nuestra, la que nosotros hemos dejado impregnada, y esa vibración, resuena con nosotros, porque la hemos generado nosotros. Así mismo, en nuestra encarnación actual, seguimos emitiendo vibraciones, en tanto nuestras fracciones de tiempo espacio bloqueadas, no sean disueltas, nosotros, de un modo consciente o inconsciente, seguimos emanando, esa vibración, que nutre aún más, esa fracción que contiene, las energías residuales no resueltas y que tiene como efecto, el patrón repetitivo de manifestación de la misma.
En el universo, todo es consciencia luz e información, nosotros, somos consciencia, luz e información, en consecuencia vibramos, expandimos y transmitimos y manifestamos, la consciencia, la luz e información que somos y en función de lo que hay en nuestro interior, manifestamos en nuestro mundo exterior.
El campo cuántico, contiene dos tipos de ondas. Las ondas Oferta y las ondas Eco. Las ondas Oferta, son las que desplazan, esas fracciones de tiempo espacio, donde está contenida la información de la energía residual. Las ondas Eco, son las ondas encargadas de reflejar y manifestar, el contenido de las ondas Oferta. Ambas ondas, están en continuo movimiento y ambas se desplazan, hasta la línea de tiempo de la encarnación actual. Imaginemos el movimiento de un acordeón, se expande y se contrae. En la expansión, las ondas Oferta, recopilan la información expandida en el campo cuántico, mientras las ondas Eco, reproducen exactamente, la información recibida de las ondas Oferta durante la contracción. En la contracción, las ondas Oferta, transmiten esa información contenida en ellas, para ser manifestada en el plano de la materia, por las ondas Eco.
Acceder a nuestros registros akáshicos, es acceder, a esas fracciones de tiempo espacio, donde plasmamos, esas energías residuales, derivadas, de las experiencias inaprendidas y cuya información, se ha impregnado, en su forma energética, en nuestras memorias celulares y en consecuencia, sigue manifestándose en nuestra experiencia humana actual. El proceso de acceso a esa fracciones de tiempo espacio residuales, es en sí, un proceso de sanación profunda en el ahora. Durante este proceso, puedes realizar el proceso de reconocimiento, aceptación, comprensión, aprendizaje, responsabilidad y cambiar esa información vibracional, para completar el ciclo experiencial, de la proyección que la creo, para el mayor bien de tu encarnación actual y del conjunto de proyecciones de la esencia pura.
Este, es un proceso maravilloso de sanación y auto-descubrimiento. No accedemos a las experiencias pasadas para aferrarnos a ellas, sino para liberarlas, y que el hermoso ser que somos, restablezca el orden natural del amor que somos en esencia y para que nuestro proceso de ascensión pueda completarse. Manifestar el cielo en la tierra, y vivir desde la consciencia divina de nuestra esencia pura, es volver a nuestra esencia divina primigenia, es disolver los velos del olvido y conformar, una nueva humanidad consciente y divina. En esta manifestación, los viejos patrones, las creencias limitantes y las viejas percepciones creadas, desde nuestra conciencia básica de animales racionales, se diluye, ayudándonos a alcanzar la plenitud como seres y a ubicarnos en el Ser.
Algo que tenemos que comprender, que nuestra composición, es en la mayoría de nuestra totalidad, además de consciencia, energía, al igual que todo en el universo. Todo aquello que emitimos en forma de pensamiento, palabra, acción y sentimiento, es energía que se manifiesta en nuestro plano físico. Somos, responsables y absolutos creadores de nuestra realidad y de nuestras experiencias. El hecho de estar creando, desde nuestra mente más humana, hace que nuestras creaciones, estén condicionadas por los patrones y creencias limitantes, que hemos ido heredando del subconsciente colectivo. Estos patrones y creencias, nacen, de las percepciones y experiencias humanas. Hay tantas percepciones subjetivas individuales como seres humanos en la tierra.
Estos patrones y creencias, son lo que han ido conformando un sistema educativo familiar, social y religioso, que se ha ubicado, en una conciencia de tercera dimensión, es decir, en una conciencia de supervivencia, de etiquetas y de juicios, alejándonos de la divinidad de todo ser y de todo lo creado.
La conciencia de tercera dimensión, tiene un esquema formado por 4 aspectos:
Poder externo: Control, mando, imposición
Apariencia: Siempre viviendo hacia el exterior y haciendo lo necesario para ser aceptado. Pre-ocupado en darle una importancia desmedida a lo que los otros opinan de mí. Ocultando lo que realmente siento, e intentando dar una imagen de que siempre estoy bien o también hay personas, que se ubican en victimilandia y siempre muestran una apariencia que hace que los demás, se preocupen de ellos.
Estatus: Posición social dentro de los estereotipos establecidos por la sociedad. Éxito, triunfo
Posesión: Sentido de tener y de que lo que tengo es mío.
Todos estos aspectos, tienen la misma base, el miedo y las carencias. Son como un chip, que llevamos con nosotros desde hace muchas encarnaciones. Conforman nuestra zona de confort, sea esta, la que nos gusta o no, porque en esta zona podemos ejercer los 4 aspectos de ser animales racionales. Así mismo, nos reflejamos al mundo, con estos 4 aspectos y desde ellos, percibimos el mundo de un modo u otro. Creamos nuestras experiencias en función de nuestros viejos patrones de pensamiento y los patrones heredados educacional y socialmente. Creamos, en función de nuestras emociones y carencias.
Desde estas carencias, emociones y patrones, desarrollamos el ego. El ego, a pesar de que muchos le dan una connotación negativa, no tiene nada de negativo. El ego simplemente lo desarrollamos, como coraza y protección, para esconder detrás de él nuestras carencias. En lo que sí, nos equivocamos, es en el poder con el que lo nutrimos. Es decir, es más simple alimentar el ego que ponernos de cara a nuestras carencias y solucionarlas. Es más fácil nutrir el ego y mantenerlo activo, que cambiar nuestros viejos patrones mentales de pensamiento.
¿Porque nos es más fácil? Porque tampoco comprendemos a que nos va a conducir todo este cambio y tenemos la sensación de que con el cambio, perdemos la identidad. Tememos que nuestro mundo, va a cambiar y vamos a tener que renunciar a cosas, a las que no queremos renunciar.
Desde esta consciencia de tercera dimensión, percibimos el mundo con muchas limitaciones, con muchos obstáculos. Intentamos entender, desde la mente, todo un proceso, que tiene que realizarse desde el corazón. No podemos comprender, que existe una realidad adyacente más allá de la realidad que vivimos desde la conciencia racional en la que estamos anclados y a la que nos aferramos con uñas y dientes, porque es la que conocemos y es la que seguimos creando.
Todos estos aspectos de la conciencia de tercera dimensión, cada quien, los nutre y experimenta de un modo distinto, en consecuencia, cada quien, lo carga con una frecuencia vibratoria, más o menos intensa. Esta vibración, se impregna continuamente en el campo cuántico y todas esas fracciones de tiempo espacio que contienen, energías residuales, toman más fuerza. En la expansión y contracción de las ondas Oferta y Eco, nuestra conciencia de tercera dimensión, se manifiesta con más intensidad en nuestra vida, enredándonos en bucles existenciales que no nos ayudan a alcanzar la plenitud. Así mismo, esta consciencia de tercera dimensión, se va ubicando en nuestra mente subconsciente, condicionando nuestra percepción del mundo y el cómo creamos nuestras experiencias. Finalmente, todas esas energías, se impregnan en nuestro campo mórfico. Todos tenemos un campo mórfico, que al inter-actuar con otros seres, se convierte en un campo morfogenético. En este campo, se impregnan, no solo las energías residuales que emitimos nosotros, sino las energías que emiten los seres que se relacionan con nosotros.
Cuando en una constelación familiar, un grupo de desconocidos, que no te conoce ni conoce a tu familia, reproduce, emociones y actitudes de seres, a los que no conoce, es porque durante la constelación, se permite una conexión, con el campo morfogenético de la persona. Todas las enfermedades, tienen un origen emocional, expertos en física cuántica aseguran, que antes de que la emoción, se manifieste en forma de enfermedad en el cuerpo físico, esa emoción está latente, en el campo morfogenético y que si se pudiera tratar, cuando está latente en el campo morfogenético, esa emoción no se llegaría a manifestar como enfermedad en el cuerpo físico.
Todos estos factores, hacen, que como humanidad, todos andemos sumergidos en la aventura de experimentar y aprender. Las consciencias manifestadas de luz, es decir, todos aquellos seres, que nosotros conocemos como Maestros, ángeles y guías, nos brindan herramientas profundas, para que podamos hacer el viaje de regreso a casa, el viaje de vuelta hacia nuestra verdadera esencia.
El Universo, es una entidad viva y en él, todo permanece vivo y activo. Nada muere porque todo es eterno. Cuando accedemos a los registros akáshicos de algún Maestro ascendido, el acceso es posible, porque su experiencia vital sigue viva en tiempo real en ese tiempo espacio atemporal.
Shanandai©
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