PINTURA PARA EL ALMA , Por David Mateu

Siempre he tenido el anhelo de expresar la Luz, la Fuerza de la Vida, la belleza del alma, la esencia de las cosas y seres, la Verdad que hay tras las formas aparentes, la chispa divina que late y vibra en todo.

La pintura es la forma que utilizo para canalizar este anhelo del alma. Pinto desde el alma para tocar corazones y despertar conciencia.

Estoy agradecido a la vida por este don, esta inspiración que me inunda de alegría cuando la plasmo en color. Para mí la clave de esta felicidad no sólo es el don, también el atreverte a expresar ese don o anhelo del alma, a manifestarlo, bajarlo a tierra, ponerse manos a la obra. Cuando expreso ese anhelo profundo es cuando la armonía y felicidad se dan en mi vida.

Creo que todos tenemos la capacidad de desarrollar nuestros dones, inquietudes y anhelos profundos que alegran todo nuestro ser. No hay escusas, hay que trabajar con lo que se tiene, ser realistas, paso a paso, viviendo en el presente cada instante único. No me es tarea fácil, pues el desarrollar este don y por tanto mi felicidad implica compromiso, coherencia, aprender a vivir sin juicios ni pretensiones, atravesar mis miedos, resistencias que van apareciendo durante el proceso de esta expresión del sueño de mi alma. Son como pruebas que al afrontarlas me reafirmo y fortalezco más la disposición a entregarme a la causa de mi verdad interior.

No puedo escapar de ese llamado interior pues me llevaría a la muerte en vida , a enfermar, no hay vuelta atrás. No me queda otra pues que pulir mi ego con sus autolimitaciones e incoherencias y abrazarlo, darle el lugar que le corresponde, que es ponerlo al servicio de lo Real que hay en mí.

Entonces una felicidad auténtica sucede cuando se alinean lo que pienso, lo que siento y lo que expreso. Hay un encaje, una coherencia que hace posible hacer realidad mi sueño. Ésta para mí es la verdadera obra de arte, la que se realiza en mí.

Mi pintura o forma de expresión es un reflejo de mi estado evolutivo. Así que mi forma de pintar se ha ido transformando y al revés, el hecho de pintar como en estado meditativo, de presencia, me ha ido transformando a mí.

A través de mis cuadros he podido expresar esas verdades universales como que “Todo es Uno”. Unir el Cielo con la Tierra, el mundo visible con el invisible, la fusión de la diversidad y la unidad, lo micro y lo macro, etc. En fin, una búsqueda y encuentro con mi centro, reconectándome con mi equilibrio, con la armonía natural en medio de este universo dual. Hay una red de conciencia que nos conecta a todo el Universo, una esencia de pura luz divina que nos compenetra y nos sostiene a todo y a todos.

Gracias a mi gran maestra y fuente de inspiración: la naturaleza, es decir, lo natural, lo esencial, he podido desarrollar estos cuadros que son como portales, ventanas por donde tu alma puede asomarse, respirar y volar. Donde te puede ayudar a recordar tu hogar.