Por que el miedo no deja paso a la evolución de tu camino, es la antitesis completa al amor.
Cuando aparece, se hace con todo...con tu atención, tu mente no va a seguir adelante mientras este espécimen esté ahí dando guerra. Somos presas de él, casi como algo que se siente natural. Desde pequeños nos lo metieron entre pecho y espalda, para ponernos límites y manipularnos, muchas veces inconscientemente y otras no tanto, tan sólo una cuestión de creencias que pasan de una generación a otra. Pero que nos hace tanto daño, que nos deja inmóviles ante cualquier cosa diferente
que ocurra, cambios naturalmente normales que son parte del camino de cualquier ser de este planeta.
Yo no vengo hoy a dar pautas sobre este tema, es algo muy personal de cada uno, pero si quiero que penséis por un instante lo que quiero contaros, más que nada para animaros a cambiar un poco el chip frente a esta sensación que puede fastidiar tanto la vida de una persona, por que con miedo no hay manera de disfrutar de nada.
Miedo a la muerte, miedo a la pérdida, miedo a no poder controlar nada, miedo a mil millones de cosas, me perdería yo solita enumerándolas, no hace falta dar más datos, cada cual tiene sus mieditos ocultos y ya sabe.
Un día andaba conduciendo, tenía el carnet hacía poco tiempo y escogía siempre el mismo camino para ir al colegio de mi hijo, había otro más corto, pero tenía una subida que me acongojaba y me bloqueaba bastante por la cantidad de tráfico que había por allí... de repente ese día decidí enfrentarme a aquello y cogerme la carretera con su subida como un aprendizaje y superar ese pánico, por supuesto salí perfectamente de allí sin problemas. Empecé a probar también, cada vez con más frecuencia a decir lo que sentía en cada momento, de las mejores formas que yo sabía, a riesgo de que algunas personas dejaran de dirigirme la palabra. Esto último comencé ha hacerlo por amor propio, yo me callaba muchas veces y me tragaba las emociones por si se sentían ofendidos conmigo, deseaba que todos me quisieran y me adaptaba a todo el personal que yo amaba, con apego...por que esto era así en mi, en ese momento.
Hay tanto que cambiar respecto al miedo, hay mucho trabajo con esta emoción, seamos conscientes y pongámonos delante dándole la cara, ¿qué puede ocurrir?, bueno está claro que no es fácil, pero sabemos que nada lo es, por lo tanto cuanto antes despeguemos con los miedos y nos pongamos a trabajar en esto observándolo a EL y a nosotros mismos respecto a los resultados que creamos a través de esa emoción, antes nos descargaremos de ese peso que tanto nos influye a la hora de vivir felices y sin sufrimiento.
Yo medito, oro y me centro en mi respiración, todos los días un ratito, esto calma mi mente.
Luego practico la observación en cada cosa que hago, para conseguir estar presente el mayor tiempo posible, pues creo que a todos nos cuesta estarlo y es más que fundamental estar en el aquí y el ahora, que es realmente lo único que tenemos. Cuando haces estas cosas, parece que el miedo se dispersa y desaparece por unos instantes. Creo que es cuestión de cambiar los hábitos, en vez de asustarnos y evitarlo, probar ha enfrentarse a él. Piensa por un momento...¿cómo sería mi vida sin miedo?. Nos perdemos muchas cosas por estar en ese estado tan desesperanzador y la vida es para disfrutarla.
Pase lo que pase, la idea es ser feliz y cuantas más experiencias, mejor y más provechosa se tornara nuestra vida. Por que la vida es esto ¿no? VIVIR.
Margarita Giner Bernet
Naturopatía, Reiki, Sanación.
Móvil : 605 83 09 62
Mail : salvatge74 @gmail.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario