La casa soy Yo, por Cristina Morales

Lo que no vemos de nosotros mismos lo proyectamos fuera, de tal modo que de manera inconsciente uno de los primeros sitios donde proyectamos es en nuestro hogar.

El mundo externo es una proyección de nuestra psique interna.

Lo que la casa transmite es un reflejo de la persona, por eso es fundamental el orden interno y a la vez cuidar el orden externo, ya que los dos van ligados.

Si estamos caóticos, llenos de pensamientos negativos, deprimidos, nos encontraremos con un hogar lleno de objetos mal colocados, abarrotado, con poca limpieza, caótico, y sin belleza.

Si por el contrario somos muy rígidos y exigentes, nos encontramos con un hogar extremadamente ordenado y frio.

Se trata de llegar a un equilibrio externo e interno.

Una manera de empezar a generar cambios en nosotros es que cuando nos sintamos desanimados o sintamos la necesidad de una transformación en nuestra vida, empecemos por nuestro hogar, ordenando, limpiando, vaciando de manera consciente, esta nueva energía que le estamos dando al hogar se integrará en nosotros y hará que nos sintamos poco a poco mucho mejor, más alegres, sin atropellos mentales, más libres.

El desorden genera dispersión, por ello es importante que nuestras zonas de trabajo estén ordenadas y despejadas, para que la energía que nos aporte sea beneficiosa para nosotros.

Crear un espacio simple y lleno de armonía, nos ayuda a entrar en contacto con nosotros mismos.

Que quiero recibir y que quiero que me transmita mi casa? Comodidad, orden, sociabilidad, recogimiento, teniendo presente que queremos, organizaremos el espacio, los objetos, y el emplazamiento adecuado a las actividades que realicemos en nuestro hogar, para que la casa nos transmita aquello que deseamos.

El Feng Shui afirma que el hombre capta las sutilidades del flujo de la naturaleza, y que el espacio en el que nos encontramos nos puede hacer sentir bien pero también nos puede enfermar. Por ello el Feng Shui trata de armonizar el espacio, la vivienda, la casa, tratando las energías que en ella confluyen de manera que nos aporten lo mejor, haciendo que nos sea más fácil crear ese espacio sencillo que nos ayuda a entrar en contacto con nosotros mismo, de esta manera lo caótico pasará a ser ordenado, al equilibrar las energías.

Cada casa es diferente, confluyen diferentes energías, y las personas que lo habitan tienen su propia energía, todo ello nos da una carta energética especial de cada hogar, nos habla de lo que sucede en él, de porque ocurren ciertos comportamientos en sus habitantes y situaciones en su vida, mediante un estudio completo de Feng Shui podemos saber que sucede y porque a unas casas son muy prosperas y otras solo existen desgracias. El Feng Shui equilibra esas energías, para que las cosas y situaciones de la vida de sus habitantes puedan armonizarse, aunque sólo es una parte, ya que la manera de pensar, ser y hacer de cada uno es la llave que lo mueve todo. El Feng Shui pone las velas del barco listas para navegar, el timón lo llevamos cada uno de nosotros.

Con amor

Cristina Morales