En la sociedad actual llena de prisas, actividades, carreras, stress... solemos ver y sentir la enfermedad o el no encontrarse bien de nuestros hijos como un parón en nuestra actividad vertiginosa, como una piedra en el camino inesperada y fastidiosa que nos obliga a parar o modificar nuestra actividad diaria. Ese suele ser en muchos casos el efecto causado, cuando en realidad debería de ser todo lo contrario, debería de ser realmente un momento de parón, de tranquilidad para observar, compartir y sentir.... ¡SI!!!, sentir y recibir el mensaje que con su cuerpo o su comportamiento nos quiere transmitir nuestro pequeño.
Los niños son espejos nuestros, cuando tenemos un bebe o un niño algo más mayorcito y enferma solemos llevarlo al médico o terapeuta (y así debe de ser), pero deberíamos de pararnos para observarlo y sobre todo observarnos. Los médicos, los terapeutas, los psicólogos, tenemos muchos conocimientos en diversas áreas, pero TÚ, muchas veces.... sabes desde lo más profundo lo que le pasa a tu hijo.
Si observamos y prestamos atención observaremos el regalo que nos hace el pequeño con el efecto espejo.
Cuando vemos otitis de repetición, por ejemplo, es necesario recurrir a la medicina o terapéutica para hacer una intervención rápida si hay infección, inflamación o cualquier alteración fisiológica, pero no como una derivación de responsabilidad, sino como parte activa en la implicación, es importante observarlo, escucharlo y sobre todo observarnos y escucharnos a nosotros mismos, algo que por desgracia cuesta.
Ante una otitis de repetición, nos haríamos la pregunta - Que es lo que nuestro pequeño no puede o no quiere oír???
Creo que hay que ir más allá, y el paso principal es observarnos a nosotros mismos, como estamos en casa, en el trabajo, en nuestras relaciones.... que es lo que nos cuesta tanto A NOSOTROS oír???
Cada palabra, acción de los niños o patología tiene un mensaje y somos nosotros quien debemos abrirlo para descubrirlo desde el corazón, sin juicios y con respeto.
Con cada conducta a veces inapropiada para unos o muy apropiada para otros, los niños sacan a la luz lo más profundo de nuestras sombras, nos dan la oportunidad de sanar, aprender y crecer. Nuestros hijos son nuestros grandes maestros, solo se trata de verlos y escucharlos (no mirarlos ni oírlos), sino realmente verlos y escucharlos desde nuestro corazón.
En consulta, como homeópata, se ven muchas patologías de repetición en niños, muchas propias, muchas heredadas, muchas son gritos que expresan la emoción a través del cuerpo, normalmente una emoción que afecta a papa o mama. Si nos tomamos nuestro tiempo las reconoceremos y agradeceremos.
Hace tiempo empecé a combinar mi trabajo como homeópata con el juego como expresión en patologías, a través del juego simbólico y de la mirada sistémica familiar muchas veces se puede apreciar realmente el origen de la patología.
Os pongo un ejemplo visto en consulta:
La llamaremos Carla (nombre ficticio) Carla tiene 9 años y presenta infecciones de orina desde hace 2 años, está con protocolo de antibiótico, llega a consulta y se la trata con homeopatía. Las infecciones remiten, y deja totalmente el antibiótico y la homeopatía sin presentar ninguna infección.
La práctica y la curiosidad en mi trabajo me hace ir más allá y le propongo un juego. Le pido que saque tres figuras de animalitos y las coloque en la mesa, una será PAPA, otra MAMA y otra CARLA.
Carla es la de en medio, a su derecha mama e izquierda papa, son padres separados, si observáis las figuras, destaca su lateralidad y sobre todo que cada una mira hacia un lado y Carla en medio. Detrás están los abuelos.
Se le pide a Carla que ponga otro animalito que será el PIPI (simbolizando las infecciones de orina)
Carla, Pipí, Mamá y Papá |
- Si sacas el Pipi de ahí (jirafa) la mama no me ve.
La forma inconsciente de relacionarse con la madre tiene mucho que ver con la infección de orina.
Y realmente a nivel visual, ella ve que si saca de ahí la jirafa su madre no la va a ver.
Considero la sesión finalizada cuando ella por sí misma "ve y siente" que su juego, su cuadro de familia (casa) queda mejor sin la jirafa. Con papi y mami observándose y cada cual en su lugar y lateralidad correcta.
Ya no hace falta Pipí !!! |
La pequeña sigue después de dos años sin tratamiento ni farmacológico ni homeopático.
“Es importante parar, observar y agradecer el gran mensaje que nos da el síntoma o la patología de nuestros hijos "
Es tiempo de escucha, de escucha activa, de contacto, de contacto sintiendo desde el corazón, tiempo de respeto, es tiempo de apreciar el tiempo....el mejor de los regalos para compartir con los nuestros.
Cristina Ingles
Homeópata, Reflexologa, Formadora en Reflexoterapia Podal.
Indra, Terapies x tu. Pg. Fabra i Puig 189 191 entl 1
93 243 56 92
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Un gran articulo basado en una gran experiencia, vivida por una gran profesional !
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