Este es el problema !
Una lucha por la democracia ! Por el derecho que tenemos todos de poder crear y experimentar!
Escrito por el arquitecto Michele Pecoraro – nosolopaja.org
En estos tiempos, de grandes cambios, hay siempre más gente que se pregunta cómo conseguir, el tan esperado “sueño”: una casa. El panorama de la construcción nos ha ofrecido, en el último siglo, pocas opciones por construir, empleando mucho hormigón y productos industriales a unos precios que dudo reflejen la calidad de nuestros hogares, en cuanto a salubridad, eficiencia energética y calidad de los acabados. Igual es hora de volver a plantear otras maneras de construir una casa.
Creo que existen muchas ! Dos tercios del planeta siguen construyendo con el material más noble, que nos ha regalado la naturaleza: la tierra.
El gran problema es ver si estas maneras, entran o no, en el marco legal o mejor dicho en el marco de las leyes que dicta el mercado económico. El escepticismo sobre nuevas técnicas o la recuperación de las viejas, deriva de una falta de información de los técnicos y políticos.
Hace 6 años me encontré con varios nudos por desatar, en el momento de pensar mi futura casa.
Hasta entonces había trabajado como arquitecto “convencional”, acababa de descubrir el mundo de la bio-construcción y con mucha gana de levantar mi bio-casa empecé a investigar posibles sistemas constructivos “bio”. Los que encontraba me resultaban muy caros y poco “bio”. Materiales de compleja elaboración y que tenían que hacer muchos kilómetros por llegar a mi obra. Sistemas constructivos complejos, caros, y difíciles de ejecutar.
Buscando lo “sencillo” encontré varias alternativas, pero empecé a darme cuenta que todas las soluciones que encontraba no estaban “homologadas” por el sistema y entonces no podían ser legales.
Pero, si la humanidad siempre ha construido sus espacios con los pocos recursos locales y con una mano de obra no especializada, porque nuestra “desarrollada” sociedad occidental ya no puede hacerlo ?
Animado por muchos ejemplos de técnicas constructivas diferentes que vi en otros países (Sud y Centro América), donde por suerte la experimentación no está regulada por un mercado económico que aquí nos ofrece pocas alternativas, me decidí por desobedecer al sistema y empezar el camino de la ilegalidad y de la investigación. Desobedecer por poder investigar ! Parece increíble que puedan experimentar solo las grandes empresas y multinacionales y con resultados que esconden detrás de patentes millonarias ! Está en juego el derecho a la creatividad !
La industria de la construcción “moderna” afecta al 40% del consumo de energía global, al 30% del uso de los recursos naturales y la producción de residuos y al 20% del consumo de agua, y también es la causa del 40% de las emisiones de los dióxidos de carbono. El mantenimiento de nuestros hogares, calefacción, aire acondicionado, reparaciones, necesita un 30% de los recursos energéticos.
Un balance insostenible por el futuro. Necesitamos un cambio de rumbo rápido hacia nuevas técnicas constructivas más respetuosas con el medio-ambiente.
Cuando empecé mi primera aventura como auto-constructor,
me sorprendí al descubrir lo fácil que es aprender a construir; me sorprendí al descubrir que no hacía falta mucho dinero; me sorprendí al descubrir que podía hacerlo yo mismo, sin la intervención de tantos especialistas; me sorprendí al descubrir que una vez que tenía un techo me sentía el hombre más feliz y libre del mundo.
Entusiasta del resultado decidí que mi objetivo principal tenía que ser compartir esta experiencia con los demás.
Ahora me dedico a montar talleres donde enseño a la personas como pueden volver a creer en su capacidad creativa y con un poco de tiempo realizar el sueño de construir una casa.
-Fin de la parte 1 (Ver parte 2)
Michele Pecoraro
Aquitecto
nosolopaja.wordpress.com/
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